(Tres segundos faltan para verte, poder desaparecer del mundo contigo, cuenta atrás, bésame, somos cómplices del último segundo del mundo...)
Se hizo el silencio después de yo que sé cuántos minutos de éxtasis. Sus dedos se deslizan suavemente por mi espalda, no conozco mejor sensación que esta, la de estar entre sus brazos.
—Creo que ya sé qué nombre les pondré...— dije.
—¿De qué hablas?— preguntó extrañado.
—De las estrellas... Esas que están en lo más profundo del cielo.
—No te entiendo... ¿a qué estrellas te refieres? Estamos en tu habitación, no en el cielo, aquí no hay estrellas.— dijo.
—No me hace falta estar en el cielo para verlas, me basta con estar contigo hoy. Tú me has hecho verlas. Eres pura magia cuando me besas...
Al decir eso, me quedé sin palabras. Pero no hizo falta decir nada más, sus manos acabaron de recorrer mi espalda y tenían una misión... Él y yo sabíamos a dónde se dirigían, sus labios iban en otra dirección... Ambas direcciones me parecían perfectas.
Nota Mental:
Tendré un cielo
azul de amor
para tus manos.
Tendré una tierra
roja de amor
para tu cuerpo.
Serán tuyo siempre
serán míos eternamente.
¿cómo podría decirte
que tu amor
me hace bien
tarde , mañana , noche
y trasnoche también?.
Entre el cielo
y la tierra
estaré yo esperando
volando o caminando
seré semi-ángel
seré semi-diablo
caminando o volando.